20 grandes mentiras en el Código Da Vinci



En unos años, El Código Da Vinci se ha convertido en la novela para adultos más exitosa de todos los tiempos, además de ser el tema de intenso debate sobre los cristianos, porque su afirmación radical socava las bases del cristianismo. ¿Por qué hay tanto alboroto por una obra de ficción?

¿Por qué hay tanto alboroto por una obra de ficción? La respuesta se halla en una página en la que el autor Dan Brown afirma que "todas las descripciones de obras, arquitectura, documentos y rituales secretos en esta novela son certeras".

En realidad, la novela es un modelo de inexactitud en casi todo tema que toca. Los críticos han notado los erro­res en los cálculos matemáticos, la geografía francesa y hasta en el plano del museo de Louvre. Más importante aún, la nota discordante de Brown acerca de Jesús, la Biblia, las sociedades secretas y el ritual sexual se basan en una investigación superficial y negligente. No obstante, debido a la popularidad de la novela y la asombrosa altivez en su tono, es necesario proporcionar para los cristianos una crítica de sus errores garrafales. 

He aquí 20 de ellos:

1. El emperador romano Constantino inventó la Biblia en el siglo IV.
El código Da Vinci informa que "Constantino encargó y financió una nueva Biblia", una que no incluyera los textos gnósticos que humanizaban a Jesús, pero que sí incluyera el Evangelio tradicional que hizo de Jesús una especie de dios.

De hecho, Constantino no tuvo nada que ver con la creación del canon cristiano. Ni siquiera hacen mención de él en el Cambridge History of the Bible estándar. Los cuatro Evangelios cristianos fueron reconocidos por todos los cristianos unos 150 años antes de Constantino.
2. Los pergaminos del Mar Muerto y los evangelios gnósticos son los registros cristianos.
Los pergaminos del Mar Muerto se descubrieron en 1947, y datan del año 250 antes de Cristo a 100 después de Cristo. Sin embargo, esos documentos prácticamente no tienen nada que ver con la cristiandad, pero sí con varios grupos judíos, rituales e ideas antes y durante la época de Cristo.

Los evangelios gnósticos ofrecen una versión torcida y herética de la fe cristiana, pero no salieron a la luz hasta cerca de un siglo o más, después que los cuatro Evangelios tradicionales se completaron. Los registros cristianos más recientes son los escritos del Nuevo Testamento.
3. Los evangelios gnósticos representan un panorama positivo de las féminas.
Dicen que los textos gnósticos brindan la imagen humana y sexual de Jesús, quien acogió a la fémina sagrada (María Magdalena). En la actualidad, el Jesús presentado en el material gnóstico suele ser extraño, y la ideología esencial tiende a ser radicalmente antifemenina.

Tome en consideración el siguiente pasaje del Evangelio de Tomás: "Simón Pedro les dijo: 'Haz que María nos abandone, porque las féminas no merecen vivir'. Jesús respondió: 'Miren, la guiaré para que sea hombre, y así ella también se convierta en un espíritu viviente semejante a ustedes que son hombres. Pues cada mujer que se vuelva hombre, podrá entrar en el reino del cielo'".
4. Los cristianos primitivos no creyeron que Jesús era el Hijo de Dios.
Esta es una extraña afirmación, pues surge de la ignorancia malintencionada o la ceguera de lo obvio. Después de 2,000 años, la gente continúa con el debate de si Jesús es el Hijo de Dios.

Sin embargo, lo que nunca ha sido tema de duda es que los cristianos primitivos confesaron que Jesús es el Hijo de Dios, tal como lo señalan las siguientes Escrituras: "Respondiendo Simón Pedro, dijo: 'Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente' (Mateo 16:16); Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo" (Gálatas 4:4).
5. El Concilio de Nicea (325 después de Cristo) inventó la divinidad de Jesús.
Contrario a lo que afirma Brown, el famoso concilio de la iglesia se reunió para aclarar el hecho de la divinidad de Jesús, no para crearla. Existen miles de referencias acerca de la divinidad de Jesús en la literatura cristiana y la arqueología anterior al Concilio de Nicea. Eso incluye los cientos de afirmaciones en el Nuevo Testamento y los testimonios de los líderes de la iglesia primitiva a través del segundo y el tercer siglo.

6. ¿Jesús era realmente un pagano o un brujo?
Ninguna referencia estándar de obras de brujería jamás incluyó a Jesús como un brujo o pagano. La novela intenta discutir que Jesús era una copia de una deidad pagana de la antigüedad. Esa imagen viene del hecho de ignorar por completo el contexto judío de la vida y las enseñanzas de Jesús. Si Jesús hubiese sido un pagano o brujo, los líderes judíos en su contra habrían notado sus inclinaciones.

7. Jesús estaba casado con María Magdalena.
La novela afirma que existen "un sinnúmero de refe­rencias" en la historia antigua sobre la unión de Jesús y María Magdalena, y que los historiadores "han explorado el tema ad nauseum". Primero, no hay nada en el Nuevo Testamento ni en ningún otro material del siglo I que trate sobre tal matrimonio. Segundo, no hay mención explícita alguna del supuesto matrimonio en el material gnóstico del siglo II y III. Lo único que hay en el material gnóstico es la referencia de María como la "acompañante" de Jesús. Sin embargo, esa palabra no suele significar esposa o mujer.

8. Jesús y María procrearon una hija llamada Sara.
La novela afirma que María se hallaba embarazada al momento de Jesús morir. José de Arimatea, su tío, la ayudó a mudarse a Francia. Allí dio a luz a la niña, y le dio el nombre de Sara. María y Sara hallaron refugio en la comunidad judía de Francia. Hemos escuchado que "un sinnúmero de estudiosos sobre esa era sostiene que hay crónicas de los días de María Magdalena en Francia".

Eso no es nada más que basura histórica hecha popular en 1982 por la candente obra Holy Blood, Holy Grail. No existe ningún documento antiguo que avale ninguna de esas afirmaciones, y ningún estudioso de esa época hizo crónicas de los supuestos eventos. Dan Brown no puede producir ni un simple documento de la antigüedad que pruebe tales afirmaciones extrañas.
9. Hubo una campaña de difamación contra María Magdalena en la tradición católica.
María Magdalena recibe una atención significativa en la Biblia y la tradición católica. De hecho, es vista como una santa, y su día festivo se celebra el 22 de julio. Su estatus como discípula muy cercana a Jesús se señala por ella ser una de las primeras personas en testificar haber visto a Jesús resuscitado. La opinión equívoca de que ella fue prostituta no surgió hasta el año 591 después de Cristo, cuando el Papa Gregorio I confundió a María Magdalena con una prostituta mencionada en Lucas 7:36-50.

10. Una sociedad secreta llamada Priorato de Sion comenzó en el año 1099, y había protegido la osamenta de María Magdalena y los documentos sobre la genealogía y parentescos de Jesús.
Ese es uno de los más grandes errores presentados en El código Da Vinci. De hecho, el Priorato de Sion se había iniciado en Francia el 7 de mayo de 1956, por un artista estafador llamado Pierre Plantard (1920-2000). El Priorato fue primero una organización cívica. En la década de 1960, Plantard creó la mitología de una sociedad secreta dirigida por figuras como Isaac Newton y Leonardo Da Vinci.

11. Los documentos antiguos sobre el Priorato se descubrieron en la Biblioteca Nacional de París en 1975.
La novela se refiere a los supuestos pergaminos como Les Dossier Secrets (Los expedientes secretos). Esos documentos no son antiguos, pero sí son falsificaciones hechas por Philippe de Chérisey (1925-1985), un cons­pirador junto con Plantard. La biblioteca francesa no descubrió dichos documentos en 1975, pero Plantard los colocó allí en 1967. Tanto Chérisey como Plantard confesaron la broma de mal gusto que hicieron antes de morir. De hecho, Plantard fue obligado a confesar el fraude ante el juez Thierry Jean-Pierre en un tribunal francés en septiembre de 1993.

12. Existen unas listas históricas de "Los Grandes Maes­tros" del Priorato de Sion.
De hecho, cuando Plantard inventó el Priorato de Sion, copió su lista de "Grandes Maestros" de una supuesta lista de líderes de la sociedad secreta denominada como la Antigua y Mística Orden Rosae Cruci, fundada en América en 1915.

13. El Santo Grial no es la copa de "La última cena", sino la osamenta de María Magdalena.
La novela sostiene que "la búsqueda del Santo Grial es literalmente la búsqueda para arrodillarse ante los huesos de María Magdalena. Un viaje para orar a los pies de la marginada, la perdida fémina sagrada".

La leyenda del Santo Grial comenzó cerca del año 1180 después de Cristo, y continuó a lo largo del siglo XIX. Nunca incluyó las afirmaciones sobre los huesos de María Magdalena. ¿No resulta curioso el hecho de que ningún miembro del Priorato de Sion se haya sentido tentado de revelar el lugar donde se hallaba la osamenta de María Magdalena?
14. Los Caballeros Templarios velaron la osamenta perteneciente a María Magdalena y cuatro enormes baúles de documentos antiguos sobre la genealogía de Jesucristo y los reyes franceses que descendieron de Él.
Los Caballeros Templarios es una orden religiosa militar que se fundó a principios del siglo XII. Hughes de Payens, un caballe­ro francés, dirigió ocho camaradas en la campaña para proteger a los peregrinos camino a Tierra Santa.

En el material histórico, nunca se ha discutido sobre los Templarios y la protección que le brindaron a María Magdalena o los documentos sobre los reyes franceses. Esas afirmaciones son inventos de Pierre Plantard, quien declaró, en un momento dado, que él descendía de Jesús y era el heredero adecuado al trono francés.
15. Leonardo Da Vinci formó parte una vez de los Grandes Maestros del Priorato de Sion.
El Priorato comenzó 437 años después de la muerte de Da Vinci. Ni aún los expertos en la vida y obra de Da Vinci en el mundo han avalado la idea de que el artista haya dirigido alguna vez un culto sexual pagano. James Beck, de la Universidad de Columbia, le llama a eso algo "totalmente sin sentido". Los expertos sobre Da Vinci se han reunido en conferencias especiales con el fin de desacreditar las falsas afirmaciones de la novela sobre el afamado artista.

16. Leonardo Da Vinci colocó la figura de María Magdalena al lado de Jesús en su famoso cuadro de "La última cena".
La novela sostiene de una forma muy confidencial que la persona que aparece al lado de Jesús en el cuadro de Da Vinci de "La última cena", "llevaba una abundante cabellera roja, delicadas manos entrecruzadas y un poco de busto. Sin duda, se percibía que era una fémina".

En la época de Leonardo, todos pensaban que esa persona era Juan, el discípulo amado. Los expertos del arte renacentista siempre han notado que a Juan lo pintaban de una manera afeminada. La intención del cuadro no era revelar la identidad de una mujer, sino la tensión creada entre los apóstoles después de que Jesús les dijo: "Uno de ustedes me traicionará”.
17. La iglesia católica mató a cinco millones de mujeres durante la Santa Inquisición. Las mujeres tildadas como brujas eran de pensamiento liberal, estudiosas, sacerdotisas, gitanas, amantes de la naturaleza, místicas y parteras.
Primero, tanto hombres como mujeres fueron acusados de ser brujos. Segundo, las mujeres víctimas eran generalmente mayores y no solían pertener a ninguna clase social ni profesión específica. Tercero, las muertes no llegaron a un total de 100,000 (contando ambos sexos). Lo más importante aún, la inquisición surgió de la creencia de que ciertos hombres y mujeres adoraban a Satanás y realizaban actos diabólicos.

18. François Mitterand, el ex presidente francés, ordenó 666 paneles de cristal para la pirámide en la entrada del museo de Louvre.
La novela adopta un falso rumor que circuló en la sociedad francesa hace dos décadas. El ex presidente Mitterand no ordenó 666 paneles de cristal para la pirámide del museo. De hecho, la oficina de relaciones públicas del museo de Louvre informa que la pirámide tiene 673 paneles de cristal.

19. La tradición de los cristianos y judíos primitivos involucraba rituales sexuales en la adoración.
En todo el Nuevo Testamento o en la historia judía, no existe siquiera un indicio de que los ritos sexuales formasen parte de la adoración en el templo. Los hombres judíos no se comprometían sexualmente con las sacerdotisas en el templo. La palabra "sacerdotisa" ni siquiera se usa en el Viejo Testamento.

En la novela, Jesús y María Magdalena se presentan como los participantes ideales del rito sexual del cristianismo primitivo. Esa disparatada afirmación no tiene bases en la historia, ni tampoco en términos de la tradición cristiana primitiva o en las refe­rencia a los documentos gnósticos.
20. La verdadera adoración conlleva un ritual sexual.
El código Da Vinci afirma que "históricamente, el sostener relaciones sexuales es un acto a través del cual el hombre y la mujer experimentan a Dios", y que "por tener comunión con la mujer, el hombre puede lograr un momento climático cuando su mente queda en blanco por completo y le es posible ver a Dios". La novela hasta discute, contra todas las pruebas, que ese rito sexual pagano antiguo lo practicaban los judíos en el templo y los cristianos primitivos.

Esta obra hará mucho daño a todos los inocentes que buscan de la fe y siguen la aprobación del rito sexual como un camino a Dios. Brown seguramente miente en su retórica sobre el sexo en la adoración. Es verdaderamente imposible imaginar que él se crea la ideología de su propia novela. ¿Acaso estaría dispuesto a participar en ese ritual que defiende su novela? ¿Le recomendaría Brown ese rito de antaño a su esposa, familia y amistades?
Tanto en el libro como en la película, El código Da Vinci representa una amenaza para los cristianos, al igual que una oportunidad. Su peligro estriba en las falsas afirmaciones que socavan las enseñanzas básicas del evangelio. A su vez, la novela y la película crean una oportunidad sin precedentes para los creyentes que testifican sobre lo fidedigna que es la Biblia y sus mensajes, pues el Hijo de Dios se hizo carne, murió en la cruz y resucitó para salvarnos del pecado.

James A. Beverley es el director asociado del Institute for the Study of American Religion en Santa Fe, California. Además, es profesor de teología y ética en Toronto, Canadá