Un capricho inicia rápidamente. Un muchacho se sienta atraído a una chica que le sonríe amablemente. Ella entiende el mensaje y responde. La idea de ser atractiva a otra persona enciende la excitación romántica. Después de poco tiempo, cada uno se pregunta:"¿Qué me está sucediendo? Nunca me había sentido así antes. Seguramente estoy enamorado(a). Creo que al fin he encontrado a la persona ideal para mí!"
Esa persona no se ha enamorado de la otra persona—¡Se ha enamorado del amor! Sin duda, es un sentimiento hermoso, pero todo se encierra en la misma persona—"Estoy enamorado. Creo que al fin he encontrado a la persona ideal para mí".
Ese hermoso sentimiento de estar enamorado NUNCA es una condición permanente. Es un sentimiento y los sentimientos suben y bajan. Puedes estar en la cima de la montaña con un sentimiento hermoso, pero si esperas vivir el resto de tu vida en esa cima, te vendrá una gran desilusión. Esa sensación de la excitación romántica no será constante. Las emociones suben y bajan y vuelven a subir en ciclos.
Hay dos errores serios que las personas pueden cometer cuando están encaprichadas.
Quizá se involucren sexualmente. Esto puede causar gran dolor emocional, no sólo para ellos, sino también para sus familias.
Quizá se casen demasiado pronto. Con demasiada frecuencia las parejas se casan sin darse el tiempo necesario para decidir si su romance es amor verdadero o simplemente un capricho.
Si sólo es un capricho pero se casan de todos modos, un día despertarán sin esos sentimientos románticos tan maravillosos y llegarán a la conclusión de que ya no se aman el uno al otro. Pero el hecho es que nunca tuvieron amor verdadero. Simplemente fueron engañados por todos los sentimientos maravillosos que acompañan al capricho.
El amor verdadero es más que un sentimiento hermoso
El amor verdadero es más que un sentimiento hermoso—es un compromiso. Un compromiso es una decisión respaldada por las acciones. La Biblia dice: "Maridos, amad a vuestras mujeres" (Efesios 5:25). No manda al esposo a tener sentimientos románticos para con su esposa. Le manda que la ame.
Cuando tú te casas, te estás comprometiendo a amar a tu pareja. Debes cumplir tu compromiso, aunque no tengas ganas de hacerlo. En el amor verdadero, el esposo ama a su esposa, sean cuales sean sus sentimientos. La ama, aunque ella no sea muy fácil de amar en cierto momento. Lo mismo hace la esposa.
Habrá muchas mañanas cuando despertarán sin sentimientos románticos, pero no se marcharán directo a la corte para solicitar un divorcio. Están seguros en el amor el uno del otro, a pesar de la presencia o ausencia de los sentimientos románticos.
Lo maravilloso es que cuando un esposo y una esposa son fieles en mantener sucompromiso de amarse el uno al otro, los sentimientos románticos nunca están muy lejos. Tus sentimientos seguirán las decisiones que tomes. Es por eso que es tan importante que seas fiel a tus promesas y las respaldes con acciones.
La Prueba del tiempo
La mejor prueba para saber si el "romance" es amor verdadero o sólo un capricho es la prueba del tiempo. Los caprichos normalmente inician muy rápidamente y hay muchas altas y bajas en la relación. Es como una montaña rusa—el juego es divertido mientras no se acaba, pero pronto llega a su final.
Por otro lado, el amor verdadero inicia lentamente. Generalmente sólo es una amistad al principio. Pero la amistad crece, y un día descubren otro elemento en la amistad—el elemento del amor romántico. Ambos se dan cuenta que sus corazones se han unido.
El amor verdadero crece con el paso del tiempo, pero el capricho se acaba. Por esta razón, el tiempo es tu mejor amigo al decidir si tu "romance" es amor verdadero, o sólo un capricho pasajero. Hablando de manera general, las parejas deben conocerse por lo menos dos años antes de casarse.
Prepárate—te llegará el romance
Tarde o temprano casi todos se involucran en una experiencia romántica. Si el romance no te ha alcanzado, simplemente sé paciente. ¡Sin duda llegará tu hora! La pregunta es, ¿qué harás cuando llegue?
Recuerda, los sentimientos románticos muy fuertes te pueden conducir a dos errores muy grandes. Te pueden conducir al involucramiento sexual que dañará tu vida y reducirá en gran manera tus oportunidades de casarte felizmente. O bien los sentimientos románticos te pueden llevar a casarte de prisa, formando un matrimonio prematuro que lamentarás el resto de tu vida.
No cometas ninguno de estos dos errores. ¡Guarda tu corazón! Espera a la persona correcta, las circunstancias correctas y el tiempo correcto.