Convencion "Un solo Corazon"


Las mujeres se pusieron cita en la capital de la república colombiana para presenciar una de las mejores convenciones, “Un Solo Corazón”.  La MCI se vistió de gala y recibió en su auditorio a cientos de mujeres de todos los rincones del país.
 
 Primer Dia
Así se le da inicio a la Convención más importante para las mujeres que se dan cita del 2 al 4 de Junio de 2011, con el propósito de adquirir el Espíritu de la Adopción. Ese es el lema de esta convención que reune aproximadamente 10 mil mujeres para la ceremonia de Inauguración, la cual contó con la alabanza de Generación 12, como grupo principal de la Misión Carismática Internacional. 

Luego, compartió la palabra la pastora Ruth Jimena de Castañeda, quien ministró acerca de la importancia de llevar a la cruz cada una de nuestras cargas, cientos de mujeres recibieron el abrazo del Padre que se evidenció en un mover especial del Señor en todo el Auditorio.

Posteriormente la pastora Gina de Gamba, comparte acerca de la necesidad de reconocer que tenemos toda autoridad para hacer las finanzas, nos mostró que podemos tener la capacidad de ser bendecidos en toda área y finalmente nos recordó lo sensibles que debemos ser ante su palabra.

Casi al finalizar la sesión inaugural, el pastor César Castellanos compartió acerca de tres mujeres que han dejado una marca imborrable en la humanidad: La primera de ellas, Ana, quien oró incesantemente hasta conocer la voluntad de Dios. la segunda de ellas, la mujer pecadora, que rompió el frasco de alabastro, para derramarlo a los pies del Señor sin importarle su alto costo. Una ofrenda que partió en dos la historia de las mujeres.

Y finalmente, se refirió a una mujer contemporánea, una mujer de esta época, que no está en la Biblia pero que está dejando un legado en las mujeres de nuestra época: la pastora Claudia. Ella se aferró a la promesa y ha llevado a la iglesia a una nueva condición de unción y bendicón. basada en la palabra de 1 Reyes 4, ha llevado a la congregación en pleno a una mayor autoridad, sobretodo al ministerio femenino.

En un momento de la conferencia, nuestro pastor César invita a la tarima a la pastora Claudia, quien hace un llamado al altar a las mujeres que están en la Convención, para recibir ministración de parte de nuestro Dios, dándole cierre a esta gran oportunidad que el Señor les ha brindado a cada una de las mujeres que se agolparon en esta oportunidad en el G12 Centro de Convenciones de la Misión Carismática Internacional.
Segundo Dia
Continuando con la Convención de Mujeres "Un Solo Corazón 2011", hoy fue el turno para recibir de parte de Dios un nuevo toque del poder del Espíritu Santo. Al comienzo de la jornada nocturna, la cual comenzó a eso de las 7 pm, pudimos recibir a la pastora Jenny Pérez, una colombiana que ha hecho junto a su esposo una gran obra en Chile. Y al compartir lo que ha sido su ministerio de misionera, pudo demostrar lo que el Señor hace cuando seguimos la promesa.

Después de esta intervención, vinieron las conferencias de Manuela Castellanos (Un Soplo de Vida) y de Sara Castellanos (¿En manos de quién estás?), con las cuales pudimos recordar nuevamente la oportunidad que el Señor nos ha dado de reconocer que en un instante cambia el caos en orden cuando tenemos el aliento de vida; y por otro lado, la obediencia y canalizar la fe en la fuente correcta, son argumentos a favor para ser bendecidos.
Ya casi al terminar la convención en lo correspondiente al segundo día, llegó "I LOVE SHOW", conferencia de la pastora Johanna Castellanos, en la que enfocó la charla acerca de la importancia de evaluar cómo se encuentra nuestro romance con el Espíritu Santo.

Cerrando la conferencia del día de hoy, la pastora Claudia de Castellanos ministró al auditorio que se reunió en número de 10 mil mujeres, ávidas de la presencia del amor del padre y la unción del Espíritu Santo.
La presencia de Dios inundó el auditorio de manera sobrenatural cuando el pastor César Castellanos hizo entonar en otras lenguas la canción "Te Canta Mi Alma", algo nunca antes visto, haciendo que la presencia de Dios corriera a lo largo y ancho del recinto llenando con la dulce presencia del amor de Dios a cada mujer convencionista.