Mientras que muchos tiran las botellas plásticas a la basura, por considerarlas inservibles, Edwin Rangel, se encarga de recogerlas y darles uso. Con un bisturí y unas tijeras, en cuestión de segundos crea figuras decorativas y accesorios.
La actividad que empezó hace un mes, como un simple pasatiempo, se ha convertido en una posible fuente de ingresos para Rangel, quien llegó a Cúcuta desplazado desde la provincia de Ocaña, junto a su esposa y sus dos hijos.
La idea de trabajar con el plástico surgió con la visita de miembros de la Fundación Amigos del Medio Ambiente (Ama), quienes le invitaron a recolectar las botellas por una doble causa: ayudar a la preservación del medio ambiente, mediante el reciclaje, y obtener algunos ingresos adicionales.
Aunque por el momento no ha empezado a comercializar su trabajo, todos los días se interna en su habitación para reinventar sus figuras. Rangel recolecta las botellas, las lava, las corta, busca la forma apropiada y luego las pinta.
Hoy su casa es la principal vitrina de sus creaciones. Lámparas, ceniceros, pulseras, anillos y adornos para la mesa, hacen parte de su colección de plástico.
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