El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se burló de los
republicanos en el Congreso y de su previsible rival en las próximas elecciones
de noviembre, Mitt Romney, en la cena anual de la Asociación de Corresponsales
de la Casa Blanca.
La cena de gala es
el mayor evento social del año para los medios de comunicación de Washington y
da a los presidentes una oportunidad de mostrar su lado más desenfadado.
"No voy a
atacar a ninguno de los candidatos republicanos. Por ejemplo Mitt Romney; él y
yo en realidad tenemos mucho en común", dijo el presidente el sábado por
la noche, explicando a una audiencia formada también por famosos de Hollywood y
personalidades de Washington que ambos eran superados por sus esposas en
los sondeos de opinión.
Obama, que aspira a
la reelección en noviembre, posiblemente se medirá en las urnas con Romney,
multimillonario y ex gobernador de Massachusetts.
El mandatario
bromeó diciendo que el lujoso salón de baile del hotel Hilton de Washington
donde se celebró la cena era "lo que Mitt Romney llama una propiedad que
necesita reparaciones", un comentario sarcástico dirigido a las a menudo
torpes referencias de Romney a su riqueza.
Obama afirmó que
había previsto que la campaña fuera dura, pero que un video había ido demasiado
lejos. En un falso anuncio político, Romney se defendió de las críticas
recibidas por atar al perro de la familia, Seamus, a una caseta en la parte
superior de su auto durante un viaje familiar en 1983.
El video mostró
imágenes del perro de la familia Obama, Bo, aparentemente desolado por ser
prisionero de un "socialismo perruno al estilo europeo". Una voz
grave proclama: "Los perros estadounidenses no pueden permitirse otros
cuatro años de Obama. Para ellos, son 28 años".
Obama también tuvo en
su punto de mira al ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich,
que ha anunciado que se retiraría de la carrera de las primarias republicanas.
"Newt, aún hay tiempo hombre", dijo a Gingrich, quien estaba entre la
audiencia con su esposa, Calista.
Hacia al final de
su discurso, el mandatario hizo una referencia a un reciente escándalo sobre
miembros del personal del Servicio Secreto y prostitutas durante un viaje
presidencial a Colombia.
"Tenía mucho
más material preparado, pero tengo que llevar a casa al servicio secreto a
tiempo para su nuevo toque de queda", manifestó.
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